El delicioso té helado

El concepto del té frío o helado es tan refrescante como su sabor, y rápidamente se ha popularizado entre aquellos que buscan nuevas experiencias en el consumo de té.

El enfoque sin complicaciones simplemente requiere remojar el té en agua fría, no se requieren técnicas especiales ni opciones de té. Con un poco de paciencia, cualquiera puede sacar una buena taza.

A diferencia de otras bebidas, el té preparado en frío contiene menos cafeína, lo que significa menos impacto en el estómago y el sueño. Solo recuerda no dejar que el té se asiente en el agua por mucho tiempo.

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Variedades de té para elaboración en frío o helado

La mayoría de los tés son aptos para el método de infusión en frío. El té verde sin fermentar es una opción ideal, y no solo por su perfil de sabor más suave; la elaboración en frío también conserva su rico contenido en vitamina C, que puede ser destruida por el calor.

Las variedades con un nivel de fermentación bajo, como el té blanco y el té oolong, funcionan igualmente bien con este método para extraer tanto su aroma como su dulzura. El pu’erh altamente fermentado es el menos compatible con la elaboración en frío o helado en lo que respecta al sabor.

Además, debes considerar la calidad y limpieza de las hojas de té. La baja temperatura del agua en el método de preparación en frío dificulta la eliminación de las bacterias.

¿Cómo se hace la preparación en frío o helado?

Prácticamente no hay ninguna habilidad involucrada al preparar té frío; solo necesitas prestar atención a la proporción de té y agua. Aparte de eso, una bebida ligera y relajante está a solo unos minutos de distancia.

Es importante mencionar que esta bebida es uno de los emblemas de muchos restaurantes y cafeterías; por lo tanto, si en lugar de prepararlo en casa prefieres pedirlo a domicilio, te recomendamos hacer uso de tu reward. Afíliate al programa de lealtad de tu restaurante favorito y ve sumando puntos o estrellas para adquirir una bebida gratis, descuentos y más beneficios.

Para hacerlo en casa:

1. Agrega hojas de té a una botella vacía. La proporción es generalmente de 100 mililitros de agua por 1 gramo de hojas de té.
2. Vierte agua fría y guárdalo en el refrigerador. Recuerda tapar la botella para evitar que absorba sabores extraños.
3. El té helado con la concentración adecuada debería estar listo de cuatro a ocho horas.

Consejos

1. No se debe consumir té elaborado durante más de 24 horas. Podría tener un cambio en las propiedades y/o haber desarrollado demasiadas bacterias.
2. Bebe el té tan pronto como lo saques del refrigerador.
3. No se recomienda que las personas con un estómago débil o un tipo de cuerpo frío tomen té helad.