Disfruta de un delicioso té helado

Si has pasado toda tu vida preparando té con agua hirviendo, entonces tiene sentido suponer que para hacer té helado necesitas esperar a que se enfríe la tetera o hervidora, ¿o no?

Obviamente, puedes preparar té helado de esta manera, pero hacerlo en frío es una mejor idea que la que te planteamos anteriormente.

El té caliente enfriado en el refrigerador sabe a té rancio que se ha dejado sin beber durante demasiado tiempo, mientras que el té frío durante varias horas da como resultado algo mucho más suave y fresco.

té helado con rodajas de naranja

Temperatura y tiempo de preparación del té helado

Mientras que la preparación del té con el método tradicional depende de la temperatura para acelerar el proceso de elaboración, el ingrediente clave en la elaboración en helado es el tiempo.

Un resultado de este enfoque paciente del té es una infusión más simple, más suave y sin las notas ásperas que el agua hirviendo puede extraer de las hojas de té.

El proceso de preparación en frío o helado extrae de forma más lenta y selectiva que el proceso de agua caliente, lo que fuerza ciertas reacciones químicas.

Esto significa que el té elaborado en frío cambia menos el sabor original de un té, pero también que los dos métodos dan como resultado bebidas químicamente diferentes.

Si bien muchas personas prefieren los sabores suaves y puros de un buen té preparado frío, no debes considerar que el té frío y el caliente compiten directamente entre sí.

Simplemente piensa en la preparación en frío como una forma creativa de explorar el mismo té que podrías disfrutar caliente.

Cómo prepararlo en frío de la manera correcta

Una vez que te des cuenta de lo simple que es preparar una bebida tan deliciosa, pronto encontrarás tu refrigerador repleto de botellas de diferentes mezclas. El cómo es realmente muy sencillo:

Llena un recipiente hermético con aproximadamente 3 gramos de té por 500 ml de agua.

Agrega agua fría y agita. Si el agua del grifo no sabe tan bien, considera usarla filtrada o embotellada.

El paso de agitación supuestamente “despierta” los antioxidantes saludables del té, que según algunos estudios son más abundantes en los tés preparados en frío.

Mételo en el refri y espera de 3 a 4 horas.

El proceso de preparación en helado es mucho más indulgente que con agua caliente, por lo que si dejas la botella en el refrigerador durante la noche, terminarás con un té helado perfectamente delicioso.

Otra opción es comprar esta bebida (y otras más) en tu cafetería favorita; utiliza tus rewards y obtén grandes beneficios, como un té frío de cortesía el día de tu cumpleaños o una pieza de pan al obtener 100 puntos. ¡Los beneficios son ilimitados!

¿Qué tés hacen un buen té helado?

Ningún té debería ser ajeno al método de preparación en frío, pero algunos tés probablemente sean más adecuados para este proceso.

La preparación en frío tiende a resaltar las notas dulces naturales del té, por lo que los sabores maduros, parecidos a la miel, funcionan bien.

Los tés blancos son interesantes cuando se preparan fríos porque la pureza natural de su perfil de sabor se alinea bien con la pureza del proceso.

Las hierbas también pueden ser un excelente té helado, aunque podrías considerar un lavado rápido en agua hirviendo para despertar los sabores.

Al final tú eliges cuál es la mejor opción para ti; esperamos que esta información haya sido de tu agrado.