Chilaquiles: Historia y tradición

Los chilaquiles son un plato tradicional mexicano que se remonta siglos atrás a los primeros aztecas. La palabra chilaquiles deriva de una antigua palabra en el idioma náhuatl azteca que significa “chiles y verduras”. El idioma náhuatl estaba popularizado en el centro de México y todavía se puede escuchar hablar hoy en algunas comunidades regionales.

La tradición de preparar chilaquiles existe desde hace cientos de años. Como tal, son una comida muy común para cientos de familias mexicanas. 

Además, los componentes básicos de los chilaquiles tradicionales son simplemente trozos de tortilla de maíz fritos y crujientes, con una salsa de chile encima. Con sus respectivos complementos: crema, queso y cebolla. A algunos les gusta agregar sus totopos a la salsa y cocinar a fuego lento hasta que la tortilla comience a ablandarse para absorber el sabor de la salsa.

Aunque los ingredientes básicos son mínimos, los chilaquiles a menudo usan tortillas y salsas sobrantes. Como una forma de ampliar los platos con carnes más caras y otros ingredientes. Hoy en día, la carne de res, el pollo, los huevos, el queso fresco y otros ingredientes son básicos en muchas recetas. Los ingredientes y salsas o sabores adicionales específicos a menudo son exclusivos de una región en particular o una receta familiar.

Historia de los chilaquiles

El desayuno favorito de muchos mexicanos, los chilaquiles, fueron hechos por primera vez por los aztecas hace cientos de años antes de convertirse en parte de la cultura mexicana. El nombre chilaquiles proviene del idioma azteca náhuatl y se traduce como ‘chiles y verduras’.

Debido a que el maíz crece bien en la región, tanto los aztecas como los mexicanos de hoy en día dependen del maíz como un alimento básico importante en sus dietas. Las tortillas de maíz son especialmente populares, y los totopos son una excelente manera de usar tortillas viejas para que no se desperdicien.

Plato simple de chilaquiles verdes

Los chilaquiles fueron llevados a los Estados Unidos por primera vez por Encarnación Pinedo. Una californiana española que mantuvo viva su herencia a través de la cocina después de que su familia sufriera pérdidas de tierras y estatus durante la Guerra entre Estados Unidos y México. Compartió su receta de chilaquiles con otros en su libro de cocina “The Spanish Cook”, publicado en 1898.

Desde entonces, los chilaquiles rojos se han convertido en un plato popular más allá de México, llegando al suroeste de los Estados Unidos y más allá. 

Hoy en día, los amantes de la comida, la generación millennial y los hipsters buscan estas tradiciones auténticas con un toque moderno. Esta es la razón por la que los chilaquiles siempre son una excelente alternativa de desayuno, comida o cena. Es un platillo bastante sustancioso, modificable y tiene toda la esencia mexicana que puedes comer.