Amantes del desayuno, si realizas trabajos creativos, deberías poner especial atención a tus hábitos. De hecho, parece que las mejores inspiraciones por la mañana son los alimentos a base de azúcares, hidratos de carbono, cafeína, teína y chocolate. Un análisis sobre “Desayuno y Creatividad” demostró que desayunar algo dulce despierta la creatividad. Además de la energía. Conoce a lo largo de este texto algunas ideas de desayuno para la creatividad.
Procura siempre tener desayuno
Quienes realizan un trabajo creativo o por el rol que desempeñan están en constante necesidad de nuevas ideas, deben darle mucha importancia al desayuno. Además, deben adquirir el hábito de combinar azúcares y cereales de rápida absorción.
Para que las neuronas funcionen correctamente, deben tener sus reservas llenas de energía y en particular de glucosa. La glucosa funciona como el combustible exclusivo que utilizan en condiciones fisiológicas. El tanque debe llenarse antes de comenzar las actividades. Una excelente idea y verdaderamente práctica para asegurarte de comer el desayuno, es ordenar hot cakes en tu aplicación de delivery favorita para adquirir la energía que necesitas. Disfrutarás de un buen desayuno desde la comodidad de tu hogar.
El desayuno mediterráneo estimula las ideas
Un desayuno a base de cereales combinados con azúcares de rápida absorción es el secreto para mejorar el funcionamiento cerebral y, por tanto, para alimentar la creatividad. En definitiva, empezar el día con hot cakes o pan y mermelada parece una buena manera de poner en circulación ideas. Pan, bizcochos, galletas y cereales aportan azúcares de liberación lenta, con un índice glucémico más bajo.
Complementa tu desayuno con una bebida de origen vegetal como la leche de coco, conoce sus beneficios aquí.
Las “pociones” del despertar creativo
La leche, el té y el café también estimulan los procesos creativos y favorecen la concentración. La teína – ayuda a mantener la concentración mientras que la cafeína aumenta el nivel de serotonina y estimula la memoria.
Asegúrate de disfrutar tu desayuno con calma. Incluso el acto de sentarse, tomar un café, picar o mojar una galleta, ayuda a dejar fluir los recuerdos de la noche y empezar a imaginar el día. Con calma es mejor: tú alimentas, las ideas alimentan.